La comida a lo largo del tiempo ha sido asociada en nuestra sociedad con muchos valores positivos como la amistad, el romance, la familia y la felicidad. Cuando estamos felices, decidimos salir a comer algo a un restaurante, cuando estamos tristes vamos a comprarnos un chocolate o unos bollos, cuando comenzamos a salir con una persona, o la queremos conquistar la invitamos a cenar o comer fuera. Entonces, si la comida es tan importante para nosotros a nivel social y a nivel sentimental, ¿somos lo que comemos?, o en realidad ¿somos como comemos?
Se han hechos estudios en el campo de la psicología de la nutrición, en los que se destaca que en la mayoría de los casos las dietas no funcionan porque no son adecuadas para la persona, y no solo a nivel metabólico, sino a nivel emocional y en relación con el contexto en el que ha sido criado y las costumbres alimenticias de su familia.